El sentido de la locura

Jim Geekie y John Read

Editorial Herder; 2012, 352 páginas



Elisabet Balseiro Mazaira

MIR de Psiquiatría del Complexo Hospitalario universitario de ourense


Libro escrito por Jim Geekie y John Read, ambos psicólogos clínicos con una amplia trayectoria profesional en Servicios de Salud Mental.


John Read, tras completar su formación como psicólogo clínico, y después de muchos años dedicándose a esa profesión y haciendo de gestor de servicios de salud mental en Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda, aceptó un puesto en el Departamento de psicología de la Universidad de Auckland, donde ejerce la docencia desde 1994. Es editor de la obra colectiva Modelos de locura y la revista Psychosis: Psychological, Social and Integrative Approaches.


Geekie trabaja en la actualidad en el área del primer episodio de psicosis (PEP) en Auckland, Nueva Zelanda y está especialmente interesado en la interpretación que realiza de su experiencia el individuo que experimenta el trastorno.


Es precisamente sobre este tema, el de la experiencia subjetiva del individuo psicótico , sobre la que versa el libro aquí expuesto. Dicho libro se divide en siete capítulos, cada uno de ellos con varios subapartados donde se aborda, con una narrativa sublime, la importancia de hacer protagonista de su propia historia al paciente psicótico.


En el primer capítulo de Introducción, se nos adentra en el libro con una toma de contacto un tanto peculiar, la exposición de un caso clínico real, el de una mujer que, tras poner a dormir a   los niños, noche tras noche regresa a los mismos problemas de siempre, a las mismas viejas preguntas, y se da cuenta de que en su búsqueda de respuestas la lleva a los mismos callejones sin salida. Es entonces, tras varias semanas en este estado, en que comienza a notar que su modo de pensar está cambiando, y comienza a visualizar, en el techo de su habitación, a su propia cabeza, con la cual conversa, llegando finalmente a una dramática decisión: ha de acabar con su vida, pero antes debe acabar con la de sus dos hijos, de dos y cinco años, para que no tengan que pasar por sufrimientos posteriores, sin embargo, esta idea parece no convencerla del todo, por lo que decide acudir a su médico de cabecera, con una queja totalmente diferente a su preocupación nuclear. Le comenta entonces su sensación de que camina de lado, siendo la exploración totalmente anodina, por lo que el médico le hace saber que le parece más bien un problema mental, le receta una medicación y le comenta que si no mejora, tendrá que ingresar en un hospital mental. Esto hace que evite comentarle el tema central, las conversaciones con su propia cabeza, ante el temor a un ingreso en un centro psiquiátrico. Tampoco toma la medicación prescrita. Finalmente, decide desechar la idea de acabar con su vida y la de sus hijos y opta por separarse de su marido, desapareciendo entonces para su sorpresa, la imagen de su cabeza y las discusiones con ella.


En mi opinión no se trata simplemente de un caso clínico sin finalidad y a modo de decoro introductorio, sino que la intención es hacernos reflexionar ¿es realmente acertada la actuación médica que en muchas ocasiones realizamos? ¿escuchamos realmente a nuestros pacientes, o nos dedicamos simplemente a intentar encasillarlos y medicarlos sin indagar en su sufrimiento psíquico?. Estas y muchas otras preguntas son a las que el libro trata de dar respuesta, o más bien, sobre las que intenta hacernos reflexionar. Para ello, se sirve de múltiples ejemplos de entrevistas con pacientes psicóticos reales que acuden a consultas de Salud Mental. Las opiniones de éstos son tan variadas como cabe esperar pues, a pesar de 

compartir un diagnóstico común, sus experiencias subjetivas y su modo de vivir la locura son totalmente únicas y personales, no obstante, parece existir un elemento común: el agradecimiento que todos profesan a aquellos profesionales que los escuchan y tratan de ver en ellos algo más que simples "enfermos mentales".


Inicialmente tratan de presentar el marco teórico sobre el que nos encontramos y las diferencias sutiles pero de gran importancia que subyacen a los términos aparentemente sinónimos de locura, psicosis y esquizofrenia. Este tema resulta mencionado en varias ocasiones a lo largo del libro, con el fin de dejar claro al lector los límites existente entre dichos conceptos.


Posteriormente se tratan varios temas que a mí me parecen especialmente importantes y de actualidad como puede ser el estigma de la enfermedad mental. Todos hablamos de estigma pero ¿ cómo viven realmente esto los propios pacientes? ¿Contribuímos los propios profesionales a la perpetuación de este sentimiento en nuestros pacientes?. En muchas ocasiones, nuestro afán por intentar ayudarlos, siempre con la mejor de nuestras intenciones, les hace sentir de algún modo faltos de autonomía, y es éste precisamente, el tema de la autonomía, uno sobre los que más me ha gustado leer. Creo que como profesionales debemos escuchar, ayudar, pero sobre todo fomentar que nuestros pacientes sean capaces de sentirse útiles y plenos nuevamente, pues muchos de ellos sienten haber perdido esa capacidad de autonomía desde que la psicosis irrumpió en sus vidas. Ese sentimiento de "no ser escuchado" es, por desgracia, muy frecuente en todos los pacientes diagnosticados de psicosis, como si se tratara de una "enfermedad de tercera". Siempre he sido especialmente susceptible a este tema y quizá sea por ello que me ha gustado que aparezca reflejado de un modo tan natural en un libro cuyos protagonistas principales son los psicóticos, y más que eso, sus experiencias subjetivas. Cierto es que todos 

comparten características comunes pero sin duda, cada uno de ellos es singular, hipnotiza escucharlos, podemos aprender mucho de ellos si les prestamos la atención que se merecen, y pueden desvelarte cosas realmente increíbles si les haces sentir cómodos, si se sienten atendido y escuchados.


A pesar de que la temática fundamental del libro es la experiencia subjetiva de los pacientes psicóticos, también abordan otros muchos otros: las causas de la locura, la explicación que los propios pacientes atribuyen como causa de su locura (muchas veces relacionada con experiencias personales pasadas, traumas, en otras ocasiones con la seguridad de que se trata de problemas a nivel cerebral...), explicación de constructos teóricos de mayor complejidad, así como encuestas realizadas a personas legas en la materia sobre cuál creen que es el factor fundamental que convierte a determinadas personas en psicóticas. Sobre esto, destacan el hecho de que la mayoría de personas legas en la materia, atribuyen las experciencias psicóticas a fenómenos sociales y emocionales, siendo la minoría quienes lo atribuyen a causas biológicas, a pesar de que últimamente esta última opción está experimentando un repunte.


En definitiva, esta lectura a mí me ha servido para reflexionar y para obtener otra visión de la práctica profesional que llevamos a cabo, así como otras muchas ideas que creo me serán de utilidad a la hora de llevar a cabo entrevistas clínicas con pacientes psicóticos.


Para finalizar me gustaría escribir una frase que se menciona en las primeras páginas del libro, pero que me parece de suma importancia y creo que deberíamos emplear más a menudo en nuestro día a día, tanto personal como profesional: si no sabes cuál es el problema de una persona, pregúntaselo: tal vez lo diga.