Electroterapia, medicina y psiquiatría en

Galicia (España) a finales del siglo xIx

y primeros años del xx*

Electrotherapy, medicine and psychiatry in Galicia (Spain).

The late XIXth and early XXh century



David Simón Lorda 1

Xaqueline Estévez Gil 1

María Victoria Rodríguez Noguera 2

Mónica Minoschka Moreira Martínez 2

Tatiana Bustos Cardona 1

Servicio de Psiquiatría. Complexo Hospitalario de Ourense (CHUO). Servizo Galego de Saúde

1 - Psiquiatra.

2 - Médico Residente de Psiquiatría CHUO

Correspondencia: dsimlor@gmail.com


*Una versión más breve de este trabajo fue presentada como póster en las Jornadas Internacionales de Historia de la Psiquiatría en Coímbra en mayo de 2015. El trabajo actual ha sido revisado, corregido y ampliado en texto y bibliografía respecto a mayo de 2015.


RESUMEN


Se realiza una revisión acerca del uso de la electroterapia en el tratamiento de enfermedades nerviosas y mentales en los hospitales psiquiátricos y gabinetes médicos en la región de Galicia (Noroeste de España) durante el período de finales del siglo XIX y primeros años del XX. Se ha usado para ello el Archivo Clínico del Manicomio de Conxo (período 1885-1930), así como publicaciones y fuentes gráficas de la época, archivos privados y fuentes hemerográficas.


Conclusiones: Al igual que en muchos países europeos de esa época, la electroterapia fue publicitada en su momento como una gran innovación terapeútica en la Galicia de esos años.  Hubo gabinete de Electroterapia tanto en el Hospital Psiquiátrico central de la región (Manicomio de Conxo, Santiago de Compostela, que se inaugura en 1885) como en algunos hospitales generales que comienzan a tener gabinetes o departamentos de electroterapia en las primeras décadas del siglo XX. Asimismo se ofertaba electroterapia tanto en gabinetes médicos privados especializados como en establecimientos balnearios y centros hidroterápicos que van apareciendo desde finales del XIX y dedicados a tratamiento de enfermedades “nerviosas” (neurológicas, neurosis, neurastenias, histeria…).


Palabras clave: electroterapia, siglo XIX, siglo XX, hospitales psiquiátricos, historia de la psiquiatría, Galicia.


ABSTRACT


A review on the use of electrotherapy in the treatment of nervous and mental disorders in psychiatric hospitals and medical practices in the region of Galicia (NW Spain) during the late nineteenth and early twentieth is performed. We reviewed the Psychiatric Conxo Archives (period 1885-1930), as well as publications and graphic sources of the time, private files and newspaper sources.


Conclusions: As in many European countries at that time, electrotherapy was publicized at the time as a major therapeutic innovation in Galicia of those years. There were cabinet electrotherapy both the central Psychiatric Hospital in the region (Manicomio de Conxo, Santiago de Compostela, which opens in 1885) and in some general hospitals begin to have cabinets or departments of electrotherapy in the first decades of the twentieth century. Electrotherapy also was offered both private medical cabinets specialized establishments and spas and hydrotherapy centers that appear in nineteenth century and dedicated to treatment of "nerves" (neurological, neurosis, neurasthenia, hysteria ...) diseases.


Keywords: electrotherapy, XIXth century, XXth century, psychiatric hospital, history of psychiatry, Galicia.


1. INTRODUCCIÓN


En el siglo XIX, todos los avances en el campo de la electricidad fueron seguidos inmediatamente por aplicaciones en el campo de la medicina: la franklinización con la electrostática, la galvanización con las corrientes continuas o la faradización corrientes variables... que tuvieron controversias en sus campos de aplicación e incluso luego dieron el salto al mundo del espectáculo (Brenni, 2010), tal y como sucedió con otras técnicas usadas en el campo de la psiquiatría como la hipnosis (Vallejo, 2014). No es el objetivo del trabajo hacer una historia de la electroterapia, y sí señalar que la electroterapia, considerada como un agente terapéutico físico o psicofísico, similar al agua y al hipnotismo, fue recomendada frecuentemente por los facultativos en consultas y hospitales hacia finales del siglo XIX, y como indicaban los alienistas de esa época, no podía faltar en un manicomio.


La electroterapia fue utilizada masivamente con fines terapéuticos, y llegó a poseer un cierto status de reconocimiento en el arsenal terapéutico del momento (Beveridge, 1988; Shorter, 1999; Steinberg, 2011). El cuerpo era definido en aquellas épocas como una máquina eléctrica con sus propios circuitos, donde la electroterapia intervenía en ese “sistema nervioso electrificado”. Era tanto un método que servía de diagnóstico como terapéutico, y hay que señalar que todo ello fue articulado bajo la fascinación por la innovación tecnológico-social que supuso la llegada de la corriente eléctrica: estábamos en “la era de la electricidad” (Blondel, 2010; Correa, 2014).


En este artículo nos proponemos realizar una revisión acerca del uso de la electroterapia en el tratamiento de enfermedades nerviosas y mentales en los hospitales psiquiátricos y gabinetes médicos en la región de Galicia (Noroeste de España) en la época dorada de la electroterapia, y que abarca el período de finales del siglo XIX y primeros años del XX.


2. DE LA ELECROTERAPIA DEL SIGLO XIX A LA "PUSHBUTTON PSICHIATRY" DEL SIGLO XXI


En 1887 el ilustrador Daniel Urrabieta Vierge publica en la revista “Le Monde Ilustré” algunos grabados en donde se muestra el Servicio de Electroterapia de la Clínica Salpetriere de París, uno de los Hospitales más importantes de Europa en esa época y cuya área neuropsiquiátrica estaba dirigida por Charcot. El grabador e ilustrador español afincado en Francia nos mostraba en sus trabajos el laboratorio y servicio de electroterapia del Dr. Romain Vigouroux, sucesor de Duchenne, en donde bajo la dirección del maestro Charcot, se trataban a enfermos neurológicos y psiquiátricos. El propio Urrabieta Vierge es tratado en el Servicio de Electroterapia de la Salpêtrière de París allí debido a una parálisis secundaria a accidente cerebrovascular, motivo por el cual dedica varios de sus grabados a temas relacionados con esa institución (Estévez, Simón y Bustos, 2013).


Pero no solo los problemas neurológicos se trataron con electroterapia en esos años en que además Charcot realizaba sus sesiones con las pacientes afectadas de histeria.


Así hacia 1889, se consideraba que en perturbaciones funcionales como la histeria los procedimientos electroterápicos eran la norma, y así se recomendaban la faradización general, los baños eléctricos, la galvanización del cerebro y de la columna vertebral no solo en histerias, sino también en insomnios, vértigos y “debilidades nerviosas”, en los “estados psicopáticos incipientes, vagos o incompletos”, “en la ansiedad mórbida, con insomnios y alucinaciones”, “en las neuropatías”, “en los ataques de psicosis”, y en las avanzadas como “las melancolías acentuadas”, “la excitación maníaca” y  “las psicosis histeroepilépticas” (citado en Correa, 2014).


Uno de los libros muy usado por los médicos españoles dedicados a la electroterapia fue el escrito por Hyacinthe Guilleminot en 1907 y traducido al castellano en torno a 1910. En el mismo se aborda el tratamiento del histerismo, la neurastenia, vómitos nerviosos, afonías nerviosas, sonambulismo mediante la electroterapia, ademas de en otras indicaciones en patología neurológicas y musculares como neuralgias, tics, mioclonias, calambres profesionales… y otras muchas. En todas estas patologías hacía el autor consideraciones, a veces muy pormenorizadas cerca del electrodiagnóstico y la electroterapéutica de los casos. Otro libro traducido al castellano en 1931 fue el de Kowarschik sobre “La diatermia”. Originalmente publicado en 1923, fue traducido de la séptima edición alemana por Pedro Laín Entralgo. En dicha publicación también se aborda el tratamiento de la neurastenia mediante el uso de la diatermia.


En la actualidad, y tras décadas de silencio, la estimulación eléctrica para el tratamiento de las enfermedades mentales ha reaparecido con fuerza. En un contexto de re-somatización de la enfermedad mental, asistimos a una naciente y creciente fascinación hacia una “nueva electroterapia”: la estimulación del nervio vago por marcapasos, la estimulación cerebral profunda, la estimulación magnética transcraneal y una potenciación de la terapia con electrochoque (Gilman, 2008; Steinberg, 2011). Algunos autores como Kneeland y Warren (2002) la han denominado con cierta sorna crítica como la era de la “Pushbutton Psychiatry”, la era de la psiquiatría de apretar el botón.


3. PSIQUIATRÍA, ELECTROTERAPIA Y NERVIOS EN GALICIA (1888-1938)


3.1. La electroterapia en el Manicomio de Conxo (Santiago de Compostela - A Coruña)


Galicia es una región del noroeste de España que sufre una tardía medicalización/institucionalización de la locura, y no será hasta finales del siglo XIX cuando se hará claramente presente. Está representada por la apertura en 1885 del llamado Manicomio Central de Galicia, situado en el antiguo monasterio de Conxo, un municipio colindante con el de Santiago de Compostela (A Coruña), lugar éste de las famosas peregrinaciones jacobeas. Será durante varias décadas el único manicomio abierto en Galicia, y funcionó como un establecimiento privado inicialmente benéfico y luego ya con una orientación más claramente mercantilista (explotado por la Iglesia y la Banca compostelana) que concertaba las estancias de los enfermos (dementes- alienados-locos) con las Diputaciones gallegas (Simón, 2005).


En un espacio asilar de fines del XIX y primeros años del XX, no podía faltar una instalación de electroterapia, y el Manicomio de Conxo, el manicomio central de Galicia, por supuesto que ofertó esa terapéutica, y lo publicitó a través de tarjetas postales y anuncios en prensa médica y general.


Las fotografías o postales promocionales del establecimiento manicomial se editaron en torno a 1910 por la fototipia Thomas, una de las más prestigiosas del país. En una de ellas se mostraba una foto de un flamante Gabinete de Electroterapia, en una sala situada en el ala de una importante ampliación del hospital que había comenzado a funcionar desde otoño de 1902.


Su primer director fue Timoteo Sánchez Freire (1838-1912), el cual se jubila en 1905. Parece que Vicente Goyanes Cedrón pudo haber dirigido Conxo desde la jubilación y hasta el fallecimiento de Sánchez Freire (Franco, 2014). En 1912 Goyanes renuncia a la dirección para tomar posesión de una cátedra. Entrará en ese momento en la dirección de Conxo el Dr. Juan Barcia Caballero (1852-1926), quien también ya trabajaba en Conxo desde su apertura (Simón, 2005).


Cabe pensar que ya se estuviese utilizando en el Manicomio desde al menos 1888, ya que en ese año encontramos anuncios de Gabinetes de electroterapia ya funcionando y publicitándose en Galicia. En el Reglamento de funcionamiento del manicomio de Conxo de 1891 (aprobado en 1889) no hay ninguna referencia a la electroterapia.


Para analizar el uso de la electroterapia en el tratamiento de los enfermos internados en Conxo, consultamos los historiales clínicos y libros de altas y defunciones que se conservan de los enfermos ingresados en dicho centro desde el año 1885 hasta 1930. Dichos historiales se custodian en el Arquivo Central de Galicia (en la Cidade da Cultura, Santiago de Compostela) y están accesibles a los investigadores desde el 2012. En el conjunto de documentación consultada hay muchos casos de diagnósticos de idiocia, demencia, delirio crónico, locura epiléptica, manía, melancolía, locura circular, locura puerperal…


Sin embargo, en ninguno de los historiales consultados encontramos referencias en los historiales clínicos acerca del uso de la electroterapia, aunque sí de otros tratamientos como hidroterapias (ya investigado en Bustos et al, 2013), bromuros, opio, sangrado, psicoterapia, absceso de fijación, malarioterapia, uso de sulfosín…


El Manicomio de Conxo continuará informando de sus instalaciones de tratamientos con electroterapia a lo largo del primer tercio del siglo XX y lo hará hasta los años de la Guerra Civil. Así, los diferentes directores en esos años dieron testimonio a través de diferentes reportajes sobre el Manicomio de las instalaciones del centro, y fueron publicados en prensa general y médica. Durante la etapa de Juan Barcia Caballero en La Mañana (1918) y en España Médica en 1920; o La Correspondencia de España en 1922.


Las instalaciones eran mostradas a médicos y autoridades visitantes. A modo de ejemplo:


“El doctor cubano Sr. Ortiz Cano, que ha traído el saludo de Centro Gallego de La Habana, ha visitado el manicomio de Conjo, haciendo grandes elogios del monumental edificio y de las soberbias instalaciones de ortoterapia y electroterapia, así como del tratamiento que se da a los enfermos. Luego visitó el parque, que rodea una fuerte muralla en una longitud de cinco kilómetros, perteneciente al antiguo convento convertido hoy en manicomio” (La Correspondencia de España. 19/10/1922).


Otro importante espaldarazo publicitario del manicomio de Conxo ante la comunidad médica galaica del momento fue la visita que se realiza al mismo durante la celebración de las Primeras Jornadas Médicas Gallegas del verano de 1929 en A Coruña. Además de otras actividades sociales del ese congreso destaca la visita a Santiago de Compostela, en donde se visita la Catedral, Ayuntamiento, actos en el nuevo edificio de la Facultad de Medicina y también se hace una visita al manicomio de Conxo. En el libro de Actas de dichas Jornadas se relata cómo son recibidos los Sres. congresistas por el psiquiatra Francisco Bacariza Varela, director de Conxo, y cómo fueron admirados “los señoriales jardines, la escalinata, los pabellones y las dependencias del suntuoso manicomio”.


En 1930 en los años de dirección de Francisco Bacariza, hay un extenso reportaje/crónica de Luis N. de Castro en el periódico madrileño La Libertad:


“Entre sus dependencias cuenta con una farmacia en la que se hacen las fórmulas que prescriben los médicos, provista según las exigencias de la farmacología moderna; sección de baños; gabinete hidroterápico con cuantos aparatos pueden ser de utilidad; laboratorio de análisis clínicos; gabinete eléctrico, con instalación completa de electroterapia para aplicaciones franklínicas, con sus variedades de baño, duchas eléctricas, efluvio y descarga, corrientes galvánicas, farádicas combinadas, electrólisis y cataforesis, cuyo conjunto es lo más necesario 

para el moderno tratamiento de las psicopatías”.


Señalar que este reportaje está realizado en un momento en el que había un deterioro asistencial notable por la elevada población acogida en el manicomio y la escasez de facultativos. Las espantosas condiciones fueron denunciadas en Febrero de 1930, en un informe que los psiquiatras Baldomero Lois Asorey y José López Pérez-Villamil presentan a la Junta de Gobierno del Manicomio, y en el cual se describían algunas situaciones penosas: “actualmente corresponden 1000 pacientes a cada médico [...] no hay ni un solo baño de agua caliente en Manicomio con 250 sucios” (Simón, 2005).


Esta situación provocará la marcha de Bacariza del centro, pasando a ser el director Vicente Goyanes Cedrón hasta 1931 que con la llegada de la Segunda República se hace cargo de la dirección del centro el psiquiatra Ramón Rodríguez Somoza, quien será director del centro hasta los años 70.


Otro de los neuropsiquiatras que se marcha de Conxo en los años de la Segunda República por desavenencias con la dirección y por la situación de deterioro asistencial fue el Baldomero Lois Asorey. Este médico compostelano tras su salida de Conxo abrirá el “Sanatorio Neuropático del Dr. Lois Asorey”, situado en el antiguo Sanatorio de Bacariza, fallecido éste en enero de 1934 en un accidente de coche (Simón , 2005). Aunque luego se trasladará a otra sede, situada en otro barrio de la ciudad, lo cierto es que desde el primer momento incluía ya los tratamientos electroterápicos entre su oferta terapéutica asistencial, tal y como anunciaba en el periódico madrileño El Sol en el verano de 1934…


Una de las últimas referencias que hemos encontrado acerca de la electroterapia en el manicomio de Conxo está en un anuncio que el hospital inserta en la revista compostelana “Medicina y Cirugía” en 1938, en plena Guerra Civil española, y en donde se ofertaban “Tratamientos modernos, últimas  instalaciones técnica, electroterapia, psicoterapia, asistencia individualizada, confort, calefacción, gran huerta y bosque” (ver Simón, 2005).


3.2. La electroterapia en hospitales generales, consultorios, gabinetes médicos y casas de baños de Galicia


Los otros espacios de uso de la electroterapia en este período fue el que se realizó en hospitales clínicos generales, gabinetes, consultorios privados y casas de baños que funcionaron en Galicia en ese período. Muchos de ellos, al igual que hizo el Manicomio de Conxo, publicitaron sus terapias en la prensa, o hicieron referencias a través de artículos científicos. Y es que la electricidad ocupó un lugar privilegiado en la publicidad médica de fines del siglo XIX e inicios del XX:


“Encarnada en imágenes de cuerpos y rostros vigorosos, en aparatos modernos, en relatos de ánimos restituidos y en novedosas rutinas higiénicas, anunció su éxito y aplaudió su modernidad. Como parte de la oferta de establecimientos termales, instituciones hospitalarias, baños públicos, institutos de mecanoterapia, clínicas particulares y casas comerciales que ofrecían productos terapéuticos, enseñó sus funciones y movilidad, pero por sobre todo, su vigencia para el tratamiento de enfermedades mentales y nerviosas” (Correa, 2014).


Para abordar este apartado realizamos una búsqueda en prensa local de Galicia usando el portal Galiciana y también en la Hemeroteca online de la Biblioteca Nacional.


La referencia más temprana a tratamientos con electroterapia en Galicia la encontramos en el año 1888 en la ciudad de A Coruña. Era el “Gabinete de Electroterapia” del Dr. Francisco Aznar, quien continuará con anuncios en prensa (en su Gabinete o vinculado a la Casa de Baños “La Primitiva” en A Coruña) durante casi una década, hasta 1897. Hemos encontrado referencias a un médico con ese nombre que era  Inspector de Sanidad Municipal en A Coruña en 1921 y es muy posible que fuese el mismo médico. Otros gabinetes o consultas en la ciudad de A Coruña fueron el Gabinete Fisioterápico Médico quirúrgico, situado en la calle Juana de Vega, 23., y que anunciaba en el periódico “El Regional, 11 de noviembre de 1902) con ofertas de tratamientos como:


“En electroterapia hay instalaciones completas con las corrientes ondulatorias y sinusoidales [...] de alta tensión y alta frecuencia de Dársonval y Tesla, triunfo contra el reumatismo, artritismo, afecciones medulares y neuronales, estados neurasténicos y neuralgias [...] Máquinas de Artois, Carré y la moderna de Winchurt para baños, duchas, soplo y franklinización (sin necesidad de desnudarse el paciente), en la neurastenia, histerismo, clorosis, parálisis […] Todos los gabinetes están a cargo de especialistas de reconocida nombradía” (En texto de anuncio en El Regional, 11 de noviembre de 1902).


Es de destacar la novedosa y temprana oferta de electroterapia que ya se hace en las Casas de Baños gallegas. Es éste un período de máxima importancia en cuanto a afluencia de personas en busca de remedio o descanso, no sólo en los balnearios sino también en las Casas de Baños, donde se utilizaba el agua de mar y también aguas traídas de los establecimientos de aguas mineromedicinales más reputados. En muchas de estas Casas de Baños se incluían entre sus tratamientos masajes, mecanoterapia y electroterapia, además de las aplicaciones de aguas de mar y dulce. Hubo Casas de Baños en todas las capitales gallegas, siendo las más famosas las de A Coruña.


La Casa de Baños La Primitiva en A Coruña fue una de las más importantes, y ya al menos desde 1888 ofertaba la electroterapia en su arsenal terapéutico, y en donde también trabajaba el médico Francisco Aznar citado.


La otra Casa de Baños de A Coruña se llamaba “La Salud”, y hemos encontrado datos de su oferta de electroterapia en el verano de 1911. Los médicos vinculados a ella eran facultativos de reconocido prestigio en la ciudad: Manuel Gradaille y Juan Pan.


En la capital, en Pontevedra ciudad, aparece en 1897 la oferta de electroterapia vinculada a un dispositivo asistencial que podemos calificar de inusual para esta oferta terapéutica. Nos referimos al Instituto de Vacunación Antirrábica de Pontevedra, regentado por el médico Ángel Cobián Areal (1854-1901). Este médico fue una importante figura de la sanidad de Pontevedra, muy comprometido con los problemas sanitarios y sociales de su tiempo (Franco, 2014, Simón y Rúa, 2015). Incorporó y aplicó las novedades y avances de su época: vacunación antirrábica, sueros antidiftéricos, rayos X… y también la electroterapia,… la cual la incorpora al Instituto Antirrábico a los pocos meses de la apertura de éste en marzo de 1897.


En la provincia de Lugo encontramos referencia en prensa a otro importante médico que también oferta la electroterapia en su consulta en 1899. Nos referimos al doctor Jesús Rodríguez López (1859-1917), quien fue un personaje muy conocido en el ambiente cultural y político de su ciudad, y sobre todo debido a la publicación de su libro “Supersticiones de Galicia”, una de las obras más leídas de la etnomedicina gallega y que tuvo problemas con la Iglesia lucense por la publicación de la misma (González y Simón, 1994). Estamos de nuevo ante un médico atento a las novedades sanitarias, y así ya en 1885 viaja al Instituto Pasteur de París para conocer de primera mano el tratamiento contra la rabia. Divulgador en prensa de los tratamientos contra la rabia, la gripe y acerca las bondades de la hidroterapia, en 1893 será también uno de los galenos que realizan la primera operación con anestesia total con cloroformo en la provincia de Lugo. Fue directivo del Colegio Médico-Farmacéutico, representante por Lugo en las asambleas nacionales de Médicos Titulares, vocal de la Junta Provincial de  Sanidad…


Los beneficios de la electroterapia en algunos los anuncios de la prensa de la época se apoyaban en muchas ocasiones en conclusiones emanadas de los eventos médico-científicos de la época. Así por ejemplo, el Congreso Internacional de París del año 1900, y que es utilizado en la publicidad de un consultorio madrileño que se anuncia en la prensa gallega de la época:


“En el último congreso de Medicina que se ha celebrado en París, que ha venido a poner de manifiesto los últimos progresos de la ciencia médica, se ha reconocido que los únicos medios de obtener la completa curación de la neurastenia gástrica y cerebral, vértigos, insomnio, parálisis agitante, neuralgias, histerismos y demás desequilibrios o debilidades del sistema nervioso, consisten en la aplicación de la electricidad por el auto-conductor D´Arsonwal, por el baño hidroeléctrico y por las corrientes sinusoidales, agentes de curación que se emplean en el Consultorio Médico Quirúrgico Internacional, establecido en Madrid, en la calle del Arenal, número 1, principal y Segundo” (anuncio “El lucense: diario católico de la tarde” Núm. 4718, 24 octubre 1900).


En Santiago, sede de la Facultad de Medicina de Galicia, hay que destacar la figura de Miguel Gil Casares. Sus campos de investigación se centraron en la tuberculosis y en la patología cardíaca, pero además fue el principal impulsor del gabinete de radiología en la Universidad compostelana, uno de los primeros de España. Al menos desde 1901 estaba al frente del gabinete de electroterapia en el Hospital Clínico (el Hospital Real de Santiago, actual sede del Parador de Santiago). El Dr. Gil Casares publica en ese año 1901 en la “Revista Médica Gallega” un trabajo clínico en los que usa la electroterapia en parálisis espinal en niños; y en “España Médica” publica en 1916 un tratamiento con electroterapia en un caso de afonía histérica (Rego, 2015).


En Santiago de Compostela, aparte de lo ya referido en relación al Manicomio de Conxo y al Hospital Clínico, hay que destacar la presencia de otros gabinetes o establecimientos que ofertaban la electroterapia, muchas veces como un complemento a su cartera de servicios, con clara intención de atraer clientela, lo que también redunda en la importancia que se le daba en aquel momento a la electroterapia. Nos referimos en concreto al Instituto Pedreira, dirigido por Ángel Pedreira Labadie y fundado en 1891. Este centro estaba dedicado fundamentalmente a vacunaciones y realización de análisis, radiografías, pero también atendían a partos, y al menos desde 1904 también afirmaba en su publicidad que disponía de unas “modernas y completas instalaciones electroterápicas” (Simón y Rúa, 2015). En una línea similar a la de Pedreira, pero de forma mucho más modesta, el Instituto Antirrábico de Leopoldo Salgués Álvarez-Losada en Santiago en 1925.


Otros consultorios gallegos fueron los de Abella (1891) y J. Lastres en Vigo (1905), Francisco Rionegro en Ourense (1913); Gutiérrez Moyano (1918) y Manuel Fraga Irure (1921) en A Coruña (1918), Rafael de la Vega Barrera en Lugo (1918), Manuel Rivas Barros (1925) en Santiago… sobre los que ahora no podemos detenernos o extendernos por motivos de espacio, pero todos ellos importantes profesionales de prestigio en sus localidades.


Señalar el interesante Consultorio Médico y Gabinete de Electroterapia que en 1914 estaba establecido en la villa de Ribadeo (Lugo), y regentado por los doctores Amando Pérez Martínez y Eliseo Martínez Alonso. En el anuncio que publican detallan toda su oferta electroterápica, y en ella indican que “las corrientes de alta frecuencia o de Arsonvalización” son “de gran eficacia en histerismo y neurastenia”.


A veces este arsenal electroterápico se combinaba con otras técnicas del campo de la intervención psicoterapéutica como el hipnotismo, y así hemos encontrado anuncios del médico  coruñés José García Fernández, quien en sus anuncios de su “Gabinete quirúrgico y electroterapia” en “El Eco de Galicia” en octubre de 1911, explicitaba que:


“En suma, todos los padecimientos pueden ser tratados en este SANATORIO puesto que no sólo tenemos el bisturí, la electroterapia, hidroterapia, lavado de cavidades, inyecciones intravenosas, aplicación del 606, etc… sino que podemos recurrir al hipnotismo y a la sugestión en casos puramente psíquicos”.


Asimismo hay referencias en prensa respecto a la intención de dotar o instalar electroterapia en algunos hospitales provinciales como el de Ourense (en 1913) o el nuevo hospital de Lugo en 1930, pero no hemos conseguido confirmar por el momento si eso se lleva cabo.


En relación al hospital provincial de Ourense, dependiente de la Beneficencia Provincial, y que en 1913 estaba situado en el Hospital de As Mercedes en el centro de la ciudad (Simón, 2005), según publica la prensa en verano de 1913 se iban a modernizar las instalaciones y se iba a estudiar cómo la electroterapia en sus diversas formas.


“La Comisión permanente de la Diputación (de Orense) ha comenzado a implantar ciertas reformas que afectan á la Beneficencia de esta provincia. Tienen por objeto tales reformas el mejoramiento, en lo posible, de tan importantísimos servicios y la necesidad de acabar con ciertos abusos que de antiguo se venían cometiendo [….] Se suprimirán las actuales celdas para alienados, por no reunir las condiciones debidas y ser inhumano recluir en ellas a seres tan dignos de consideración y lástima. Procurará mejorarse en lo posible los servicios del hospital, conforme á las indicaciones de los facultativos, y en aquello que se considere más conveniente y necesario. Estudiaráse el medio de aplicar la sueroterapia y la electroterapia en sus diversas formas…”. (La Correspondencia  de España. 12/8/1913, n. º 20.271, página 4).


Hay que señalar que sin embargo es muy posible que este tipo de tratamiento no alcanzase a ser aplicado a esos enfermos mentales que precisaban internamiento y que esperaban en “celdas para dementes” o ”alienados” en los sótanos del Hospital provincial de Ourense a su ingreso en el Manicomio de Conxo. Por lo que sabemos este tipo de celdas existieron hasta los años 30 en muchos centros sanitarios y asilares de Galicia (ver Simón et al, 2015).


Hubo voces de prestigiosos neuropsiquiatras de la época como la del madrileño Gonzalo Rodríguez Lafora, que publica algún trabajo en el que denunciaba que los tratamientos eléctricos y el hipnotismo eran tratamientos que “se prestaban a la farsa y a la explotación inmoral”. En un interesante y contundente trabajo publicado en “La España Médica” en marzo de 1918, y titulado “El médico general y la Neurología”, señalaba que “nadie que no sea un insensato dudará que la electricidad es un precioso factor de diagnóstico y terapéutica para el neurólogo” pero “el empleo rutinario de la electricidad” en estos casos de parálisis general o de demencia precoz ha originado el mito de la curación terapéutica y que ya iba siendo hora de comenzar “una campaña antielectroterápica”. En la misma línea se pronunciaba respecto al hipnotismo:


“Mas también aquí debemos limitar su empleo a las verdaderas indicaciones y no utilizarlo en casos en los cuales su ineficacia es conocida. Recientemente hemos visto dos paralíticos generales, uno en su segundo año y otro en su quinto mes de enfermedad, sometidos a procedimientos hipnóticos. ¡Como si se pretendiese sugestionar a los spirochaetes!”(Rodríguez Lafora, 1918)


No sabemos si algo pudo haber tenido que ver la reflexión y denuncia de Rodríguez Lafora, pero lo cierto es que a partir de mediados de los años 20 hemos encontrando muchas menos  referencias a tratamientos electroterápicos en la búsqueda realizada en prensa de la época. Señalar que también coincide con el momento del final de la época de la Restauración en España (1874 a 1923) y con el final de la Belle Epoque europea, que fueron momentos de máximo auge de la era de los balnearios (Bustos et al, 2013), así como la aparición de otras terapéuticas y concepciones del enfermar psíquico.


3.3. Cuadro resumen de fuentes/referencias hemerográficas acerca de Gabinetes de electroterapia, Casas de Baños con electroterapia en Galicia (desde 1888 a 1939) usando portal Galiciana, Hemeroteca Biblioteca Nacional y Archivos.



















4. CONCLUSIONES


Al igual que en muchos países europeos de esa época, la electroterapia fue publicitada en su momento como una gran innovación terapéutica en la Galicia de esos años, y fue utilizada en el tratamiento de las enfermedades mentales y nerviosas en Galicia en ese período. Hubo gabinetes de Electroterapia tanto en el Hospital Psiquiátrico central de la región (Manicomio de Conxo, Santiago de Compostela, que se inaugura en 1885) como en algunos hospitales generales y en sanatorios psiquiátricos privados que comienzan a tener gabinetes o departamentos de electroterapia en las primeras décadas del siglo XX.


Asimismo se ofertaba electroterapia tanto en gabinetes médicos privados como en establecimientos balnearios y centros hidroterápicos que van apareciendo desde finales del XIX y dedicados a tratamiento de enfermedades “nerviosas” (neurológicas, neurosis, neurastenias, histeria...) entre otras afecciones. Esta oferta terapéutica alcanza desde por lo menos 1888 hasta al menos 1938 (ya tras la Guerra Civil española).


FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA


Fuentes:


•Arquivo de Galicia - Santiago de Compostela.

Archivo Clínico del Manicomio de Conxo (1885-1930).

Fondo Archivo clínico hospital psiquiátrico de Conxo: Expedientes Clínicos de pacientes. Caja G5812-5816.


•Hemeroteca digital de Biblioteca de Galicia.

http://www.galiciana.bibliotecadegalicia.xunta.es/Galiciana Dixital


•Hemeroteca Digital. Biblioteca Nacional

http://hemerotecadigital.bne.es/index.vm


Bibliografía:


BEVERIDGE, AW et al (1988). “Electricity: a history of its use in the treatment of mental illness in Britain during the second half of the 19th century”. BJP. 153, (1988) 157-162.


BLONDEL, C. “La reconnaissance de l’électricité médicale et ses “machines à guérir” par les scientifiques français (1880-1930)”. Annales Historiques de L´électricité. 8 (2010): 37-51.


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Dibujo de Daniel Urrabieta Vierge «Service d¨electrothérapie à la Salpêtrière » (47 x 62.5 cm, tinta y aguada / papel; fondos del Museo de Dibujo Julio Gavín “Castillo de Larrés”- Huesca) (reproducción para este trabajo con permiso del Museo http://www.serrablo.org/museodibujo ) .Fue también una ilustración en blanco y negro en Le Monde illustré, 14 agosto de 1887. “Service d¨electrothérapie à la Salpêtrière. Bain électrique. Électrisation localisée ».



SALA ELECTROTERAPIA MANICOMIO CONXO, hacia 1907 o 1910. Postal publicitaria

(Fototipia Thomas, Barcelona, hacia 1907 o 1910).




Anuncio Casa de Baños “La salud” en A Coruña. Ofertaba electroterapia en sus tratamientos. El Eco de Galicia: diario católico e independiente, Núm. 1520, 05/08/1911





Anuncio Casa de Baños “La salud” en A Coruña. Ofertaba electroterapia

en sus tratamientos. El Eco de Galicia: diario católico e independiente,

Núm. 1520, 05/08/1911



Anuncio de Gabinete de electroterapia

en Ribadeo (Lugo).

Mondoñedo, periódico bisemanal

(Lugo), nº643, 17/03/1914.